SINESTESIAS

Firme e implacable sumido en su inercia

crepita el tiempo bajo mi piel de alambre.

Aquellas  mariposas que giraban en el vortice

descansan en el suelo como remansos quietos.

Yo me disgrego y ellos o tal vez otros

se alejan hacia su unicornio de luz

para mi un horizonte de futuro incierto.

Ciega de nostalgia,  ya no los contemplo

solo quedan retazos de besos, de risas

abrazos perdidos y dulces encuentros.

Viejos recuerdos de una vida feliz

de un amor que perdura por encina del tiempo.

Y tal vez el  rescoldo de una pasión intensa

que envidia su olor a sangre fértil y a progreso.

C.Guillen

Foto. C. Vicente