Perdonen esta felicitación , aquellos esperaban algo optimista y bello, pero uno escribe sobre sentimientos individuales que le produce una realidad determinada , no deben leer este poema en términos de claridad/oscuridad sino de pulsión interior y esperanza.
Hoy no es el día.
No debería hablar
de la triste fractura del hombre
desligado de lo espiritual.
De la Europa obesa
con su abdomen acorazado
anclado en sus bolardos de oro.
De la anergia creada
por exposición fría
de las imágenes lejanas
de niños heridos o muertos.
Del río de hombres transitando
hacia ninguna parte
hacinados como bestias
en los campos de nuestra desidia.
No debería nombrar
a los que ya no están
a los enterrados bajo el polvo
de las bombas de Alepo
o en otras tantas guerras
que no están de moda
o de esos niños innominados
que vemos entre bocado y bocado.
No debería recordar
la esencia de la conmemoración
que se celebra, es inoportuno
demagógico y claramente desagradable.
Hoy es día de fiesta
En mi ciudad todo es luz
Un juego de guirnaldas rojas
engalanan los balcones
los abetos trepan a las farolas
y coribantes azules surcan mi cielo.
Las calles están llenas.
Cuerpos ociosos transitan
rodeados de muchos objetos
bellos, costosos, innecesarios.
Anuncian en la televisión
que el gobierno de España
se alegra enormemente
del repunte de consumo.
Oigo el alboroto
a mi alrededor
El niño del vecino
sonríe satisfecho
con su nueva consola.
Y Yo me miro al espejo
que guapa arreglada
el perfume de Chanel
marina perfectamente
con mi piel de camaleón.
No soy digna de recordar
la naturaleza del encuentro
del vinculo con lo eterno,
soy otro cuerpo más
de labio fácil y conciencia fugaz
con demasiado barro en mis alas.
Pero aun hay hombres auténticos
que despiertan nuestra conciencia.
que están allí, dándose
y son la imagen viva
del Amor que se revela.
(Hay tantos peces globo…)
C. Guillén
Feliz Navidad 2016
Es verdad Cecilia…todo verdad expresado bellamente. Y mira q es dificil expresar la guerra sin la muleta facil de la esperanza…gracias.
Me parece muy bonita.
Nos hace reflexionar en tiempos afectivos y generosos que iniciamos como es la Navidad .
Todo muy veraz y auténtico. Me gustan especialmente los últimos versos por lo de la Esperanza. Nuestra fe sin ella no sería tal. Vendrá un día en que cesará el llanto.