Hace tiempo publiqué un poema sobre la inspiración, yo que “tengo de poeta la gracia que no me quiso dar el cielo”. Pero la palabra poética es algo molecular, profundo e interior que me arrastra y me impele a atrapar las migajas de belleza que me da la vida, con más o menos acierto, porque me siento carne y verso.
“me arrastra con fuerza tus raíces”, “me llama tu cauce” (Maria José Guillén Montiel ).
Gracias a mi amigo Enrique María Luís por sus fotos. Creo que él, cómo un gran apasionado, diría si se le preguntará si Dios existe, emulando a otro gran entomólogo, no sé si Dios existe, pero le aseguro que si existe es un gran aficionado a las mariposas.
A veces las mariposas
pasan por mi lado
yo siempre ocupada
nunca las miro
Estoy anclada en lo urgente
mi casa, mi trabajo, mis hijos.
Pero a veces
cuando ellas quieren
o yo puedo
vienen y me rozan
Y siento en el destello
de su fugaz latido
su levedad
como una promesa,
su brevedad
como un largo suspiro
A veces las mariposas
pasan por mi lado
y el ritual de la vida
parece dormido
pero añoro el silencio
que me hace más íntima.
Cecilia Guillén Montiel.