Amanece, el murmullo de las olas
y el azul policromado de mi mar
impregna mis sentidos de paz y
libertad.
Y de nuevo abro mis alas de
águila y grito, respirando bocanadas
de niñez y partículas de infinito.
Hoy me declaro insumisa
del tiempo y del espacio habitual,
del hastío de la rutina.
Y mi único oficio a partir de
éste segundo es leer , nadar, correr
con mi bicicleta (más bien pasear ) y
tomar algún Whisky cuando se tercie.
Lograr otra vuelta de tuerca en un
intento de difuminar en lo posible,
esa figura de mujer unidireccional y
robótica que siempre me acompaña y
sobre la que sin duda Bukowski
hubiera vomitado. O simplemente
intentar huir de ese racionalismo
absolutista que me lleva al completo
absurdo y de esa liturgia cotidiana
aburrida y en ocasiones tan dolorosa,
pero también tan necesaria para
mantener mi cordura y mi bolsillo.
A partir de ahora no me busquéis
en una consulta o frente a un
ordenador, si alguna vez tuve una
mente analítica todas mis doctas
neuronas están aletatargadas, no
sabemos si de forma irremediable, en
Medicina, como en la mayoría de
cosas, todo es relativo ..
En estos momentos me rijo por el
principio de incertidumbre de
Heisenberg : soy un pájaro, una nube,
un pez o la heroína de la última
novela que menos le pege leer a una
de cincuenta y tantos …. Y no
sabemos si de forma indefinida será
imposible saber mi paradero
(incluso con el móvil, no sé
si lo he tirado al fondo del escusado).
La verdad es que nunca se muy bien
quien o que debería ser, sólo en estos
instantes eternos en que cuerpo se
mimetiza con este querido rincón de
tierra y de agua, cuando mi alma
libre, sigue vagando buscando una
esperanza indecible.
Creo que todos
os merecéis ese reencuentro.
Feliz Verano.