No me atrevería a asegurar la causa concreta de mi trastorno, ni el peso que cada uno de los acontecimientos tiene en el resultado. Pero sin duda , puedo apuntar algunas circunstancias que me parecen relevantes . El origen fue la apnea producida por el estrangulamiento de la doble vuelta del cordón umbilical con la que me recibió el mundo. Quizás fue un acto de misericordia, al descubrir mis absurdos sueños inmaculados o psimplemente para dejarme claro que la única vacuna para el sufrimiento es la insensibilización y o la idiotez, características que he abonado con mucho cuidado durante toda mi vida.
La falta de aire no fue transitoria, puedo afirmar que el anhídrido carbónico crea adicción, porque cuanto fui consciente de que mi condición sexual me aportaba algún instante de éxtasis, cada vez que puedo imito el buceo a pulmón para intentar arrañar unos segundos al dolor y teñir mis arrugas de alguna sonrisa. Ahora me dicen que con la menopausia si no cuido algunas partes fundamentales se momifican. Lo de que la edad es un plus es cinismo en estado puro.
La lectura compulsiva de novelas policíacas y literatura fantástica han contribuido alimentar mis ínsulas etereas. No podría enumerar los autores y las obras, pero si las huellas indelebles y o indeseables que ha dejado en mi personalidad . En estos momentos de mi devenir no se si gana terreno Ayla, Drizzt Do,Urden o Corto Maltés…o una mezcla informe de héroes ,pero como Paul Atreides no sé cómo acabaré.
No, no me miréis de forma rara,tampoco es tanta la evidencia , ni se ajusta al DSM 5 mi cuadro clínico, aunque en día a día algún limitado se asusta (“porque hay mentes que son aldeas, otras son imperios).
Pero por si las moscas , para evitar malentendidos y un ingreso inadecuado, intento anclar a la tierra mi parte mágica y no parecer a la vista una disociación irrevocable .Con el propósito de lograrlo elegí una profesión absorbente y de bastante incertidumbre que centrará mi atención en cosas reales, sistemáticas y aburridas, . Pero sobretodo que llenara mi corazoncito de pez cebra, según dicen las lenguas con resultado aceptable.
Pero a pesar de mis esfuerzos, con la edad, mi mente tiene cada día más momentos de fuga o como dicen mis hijos ” momentos Felipe “, un compañero que también se empana de vez en cuando, tal vez huye de sus enfermos o sus propios fantasmas.
El caso es que ando luchando con mi doble naturaleza humana y etérea con una racional locura y muchísimo humor. Y si alguna vez me pierdo, no me tengáis lástima, andaré feliz lidiando alguna justa tan importate para mi, como las guerras absurdas que he perdido en este mundo o en el venidero, con ” su nueva anormalidad “.
Una amiga me ha enviado al leer la entrada una canción que se llama el pirata cojo de Sabina, aunque aún más esperpéntica, habla de la libertad no lesiva que te da las personalidades ilusorias.
Posdata : a mis residentes no se admiten cambios de tutor.